jueves, 23 de enero de 2014

La grandeza de nuestro corazón...

Sensações únicas que quero partilhar com todos aqueles que fazem parte de Ameisin, porque este projeto foi desenvolvido junto a uma pequena pessoa que significa tudo para nós…. Una pequena pessoa que está acompanhar cada passo deste caminho. Peço desculpa pelas minhas palavras estarem em espanhol, mas neste momento de imensa gratidão é quando a minha alma “fala em espanhol…”

No son palabras que se lleva el viento. Son dedicadas a ti, pequeño ser que llevo dentro de mi. Pequeño sólo por fuera, porque eres grande, grande de espíritu, de alma, de inocencia… eres un milagro que no se consigue explicar. Eres todo pureza, alegría, transparencia, suavidad, ternura. Faltan las palabras para poder explicar lo que tu padre y yo sentimos al verte a través de mi piel. Tus movimientos nos transmiten tanta energía, que no te haces idea lo que conseguimos imaginar con sólo sentir tus rodillas, tus piecitos… tu hipo y tu corazón.

Por mucho que intenten explicarnos lo que se siente, no creo que consigamos entenderlo hasta que no te tengamos en nuestros brazos. Ese primer contacto con tu piel, con tu olor, con tus ojos será el momento que jamás saldrá de nuestra mente. Si ya fue hermoso saber que estábamos embarazados, cómo podrá ser el día que te podamos abrazar, nuestro pequeño Tomás!

Han sido treinta y seis semanas de caminar juntos. De saber que siempre estaba acompañada a donde quiera que fuera. Aunque suene extraño, era como si mi alma se hubiera convertido en una personita… hablo contigo como si de mi ángel de la guarda se tratara…pero es que eres eso, un angelito!. Te miro y me sonrío, imagínate! Viéndote a través de mi barriga, imaginando tu cuerpo, tu cabecita, tu carita, tus pies y tus manos.

Se aproxima el día en que nuestras miradas se encuentren. Estás preparado para nacer y nosotros ansiosos por tenerte en nuestros brazos. Hay quien diga que se termina una etapa, pero todo lo contrario, es el inicio de una etapa aún más especial y mágica. Estoy tranquila, en paz, respiro profundo y lo único que veo es tu cara. Me siento afortunada y bendecida. Pero sobretodo, agradecida. Contigo, con Dios, con la vida. Con mi marido, con mis padres, con mi familia y mis amigos. Pero especialmente contigo Tomás, porque me has enseñado el valor de la vida, de cada respiro, de cada movimiento. Me has evidenciado de lo que se trata el amor... amo cada día más a tu padre, y lucho cada día más por hacerlo feliz. Amo tu existencia, amo cada hora que has estado conmigo. Amo todo lo que viene de ti...

Que nunca estamos preparados para este momento? No lo creo. No hay nada más grande para lo que podamos estar preparados en la vida que para amar. Es nuestro tesoro, lo que nos hace ser humanos, es la grandeza de nuestro corazón. Por eso creo que si, que si estamos preparados para amar infinitamente. Para recibir con generosidad una nueva vida y junto a ella, crecer y crecer.. y crecer!

Gracias Tomás por dejarme ser tu madre.
Gracias hijo mío por vivir.

Tu mamá.